Política ambiental en Colombia
El manejo y protección de los recursos naturales y el medio ambiente
en Colombia se ha caracterizado por la evolución de la legislación ambiental
y ha sido parcialmente influenciada por la política internacional en la
materia. Hasta la expedición del Código de los Recursos Naturales y del Medio
Ambiente en 1974, los recursos naturales se manejaron de una manera puntual
con un criterio patrimonial y de explotación más que de conservación y su
manejo se hizo a través de la creación de organismos que se ocupaban de la
explotación de un recurso determinado hasta la utilización integrada y múltiple
de varios de ellos. Antes de 1974, existían una serie de normas fragmentadas
y dispersas. En 1908, por ejemplo, se estableció, mediante el decreto 1279,
el Departamento de Tierras Baldías y Bosques Nacionales en el Ministerio de
Obras Públicas que puso en práctica el pago de obras con bosques, una de las
causas del proceso de deforestación de muchas zonas del país. En 1912, se
adoptó el Código Fiscal Nacional que contenía normas sobre uso de los bosques
en terrenos baldíos con fines tributarios, situación corregida con la Ley
119, que creó la Comisión Forestal en 1989. En 1957, se expidió el decreto
376 sobre pesca marítima. En 1959 se expidió el decreto 1975 sobre pesca en
aguas dulces de uso público y se creó el INDERENA, establecimiento público
adscrito al Ministerio de Agricultura encargado de la protección y manejo de
los recursos naturales renovables; lo que se constituye en el primer esfuerzo
del país por conformar una estructura institucional autónoma que se encargara
de la protección, manejo, vigilancia, control, investigación, etc., de los
recursos naturales renovables.
En 1974, con la expedición del Código Nacional de los Recursos
Naturales Renovables y Protección del Medio Ambiente, se empezó a hablar en
el país de una legislación ambiental. Este código se constituyó y constituye
la principal norma sustantiva en materia ambiental.
En los noventa, los avances han sido significativos. En este período,
se estructuró una política ambiental sistemática y rigurosa que incluyó una
sólida base institucional, financiera y técnica. La Constitución de 1991, por
ejemplo, estableció la función ecológica de la propiedad, señaló los deberes
ambientales del Estado, los derechos ambientales de los ciudadanos, ordenó la
formulación de políticas ambientales como parte del Plan Nacional de
Desarrollo e introdujo la noción de desarrollo sostenible como meta para la
sociedad, entre otros aspectos. La Ley 99 de 1993, estableció el Sistema
Nacional Ambiental —SINA—12; modificó la legislación en materia de licencias
ambientales, tasas retributivas, tasas por uso del agua, destinación de
recursos financieros para la gestión ambiental, y sanciones por infracción de
las normas ambientales.
Entre los decretos reglamentarios de la Ley 99 de 1993, se destacan
el que regula la expedición de las licencias ambientales, el que reglamenta
las tasas retributivas, los que organizan los institutos de apoyo científico
y técnico del ministerio, el que define la naturaleza jurídica de las
corporaciones autónomas regionales y el que reglamenta aspectos concernientes
con la prevención y control de la contaminación atmosférica, entre otros. Se
destaca también que el 0,1% del PIB (inversión pública) debe destinarse a la
protección ambiental13.
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En los planes de desarrollo del país, con excepción de la “Revolución
pacífica” y del “Salto social”, no aparece expresada explícitamente política
alguna que se ocupe de manera integral de los recursos naturales y el medio
ambiente. Los programas de desarrollo elaborados hasta 1990, consideraron los
recursos naturales desde sus perspectivas de aprovechamiento con un enfoque
exclusivamente extractivo y de aprovechamiento de corto plazo. En los
sesenta, las políticas de desarrollo se formularon en los llamados “planes
comunes” de desarrollo de LLERAS CAMARGO, 1958-1962, y LLERAS RESTREPO, 1966-
1970, y en ninguno de éstos se hacen referencias explícitas a políticas
ambientales. Los setenta se iniciaron con la administración PASTRANA,
1970-1974, y su plan de desarrollo “Las cuatro estrategias” no incluyó explícitamente
la dimensión ambiental en su política, pero sí propuso acciones concretas en
materia de saneamiento ambiental. En este último gobierno se creó, mediante
decreto 1040 de 1973, el Consejo Nacional de Población y Medio Ambiente.
Además, la Ley 23 del mismo año le dio facultades al ejecutivo para dictar el
Código de los Recursos Naturales Renovables en 1974. El plan “Para cerrar la
brecha” de ALFONSO LÓPEZ, avanzó legislativamente y en acuerdos bilaterales
pero lo ambiental lo relaciona específicamente con el ámbito construido y
sólo marginalmente con lo natural. En el “Plan de integración nacional” de la
administración TURBAY, se buscó crear condiciones para la explotación de los
recursos naturales por parte del sector privado; sin embargo, los efectos de
este plan sobre la protección tanto del ambiente natural como del construido
no tuvieron una significación mayor que la de los anteriores planes de
desarrollo. En el plan de desarrollo “Cambio con equidad”, de la
administración BETANCUR entre 1982-1986, los temas del ambiente natural y
construido estuvieron comprometidos en las políticas sectoriales de la
producción con un enfoque ante todo de aprovechamiento y secundariamente de
conservación. En el “Plan de economía social” de BARCO, 1986-1990, no se distingue
mucho de los anteriores en lo ambiental, excepto en la política de desarrollo
territorial. No obstante, por primera vez un documento oficial buscó integrar
las políticas de desarrollo económico y social con las de desarrollo
espacial, siendo el primer intento explícito de incorporar la dimensión
ambiental en la planificación. En la administración GAVIRIA, 1990-1994, se
introdujo por primera vez una política ambiental específica en un plan de
desarrollo “La revolución pacifica”. En este período, los avances en materia
ambiental fueron significativos porque se estructuró una política ambiental
sistemática y rigurosa que incluyó una sólida base institucional, técnica y
financiera. En este período, los avances estuvieron marcados, además del plan
de desarrollo, básicamente por la Constitución de 1991 y la Ley 99 de 1993,
como se muestra más adelante. En el plan “El salto social” de la
administración SAMPER, 1994-1998, el primero que se elabora bajo la nueva
Constitución colombiana, se formuló una política ambiental específica, cuyo
objetivo fue avanzar gradualmente hacia el desarrollo humano sostenible. En
este plan se consideró al ambiente como el factor básico del desarrollo
humano y de su sostenibilidad. Sin embargo, el capítulo de desarrollo
sostenible no logra permear las propuestas sectoriales contenidas en las
demás partes del plan.
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martes, 7 de abril de 2015
LECTURA POLÍTICA AMBIENTAL ONCES
LECTURA EL VALOR DEL ANILLO ONCES
EL VERDADERO VALOR DEL ANILLO
Un joven concurrió a un sabio
en busca de ayuda.
- Vengo, maestro, porque me
siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no
sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo
mejorar maestro?. ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro, sin mirarlo, le
dijo:
- ¡Cuánto lo siento muchacho,
no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás después…
Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y
después tal vez te pueda ayudar.
- E… encantado, maestro
-titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades
postergadas-.
- Bien -asintió el maestro-. Se
quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo
al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el
mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que
obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de
oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.
El joven tomó el anillo y
partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo
miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el
anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le
daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la
molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a
cambio de un anillo.
En afán de ayudar, alguien le
ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía
instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la
oferta.
Después de ofrecer su joya a
toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por
su fracaso, montó su caballo y regresó.
¡Cuánto hubiese deseado el
joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría habérsela entregado al maestro
para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.
- Maestro -dijo- lo siento, no
es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas
de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero
valor del anillo.
- ¡Qué importante lo que
dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el
verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que
él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da
por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi
anillo.
El joven volvió a cabalgar. El
joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y
luego le dijo:
- Dile al maestro, muchacho,
que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su
anillo.
- ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó
el joven-.
- Sí, -replicó el joyero-. Yo
sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé… Si
la venta es urgente…
El joven corrió emocionado a
casa del maestro a contarle lo sucedido.
- Siéntate -dijo el maestro
después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y
como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la
vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a
ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.
Jorge Bucay 26 cuentos para pensar
Preguntas:
1. Que es lo que más te gusta de ti?
2. Que es lo que más te disgusta de ti?
3. Cambiarias algo de tu cuerpo o de tu personalidad?
4. Que cosas te ponen triste?
5. Que cosas te hacen feliz?
6. Que concepto piensan que tienen tus amigos de ti?
7. Eres feliz con la vida que llevas o piensas que te hace
falta algo, que?
8. Te gustaría tener las cualidades de otra persona que
conozcas, cuáles?
9. Por qué piensas es que es importante valorarte tal y como
eres?
10. Sientes miedo a que te rechacen, por qué?
11. Sientes miedo a cometer errores, por qué?
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